Porsche valida el Cayenne eléctrico en climas límite
Porsche completó el programa del Cayenne Electric combinando un desarrollo digital de alta precisión con ensayos físicos en condiciones límite. Con este método recortó alrededor de 20% el tiempo total y redujo el uso de materiales al depender menos de prototipos. La presentación está prevista para finales de 2025, en convivencia con versiones de combustión e híbridas.
La marca pasó de pruebas virtuales del vehículo completo directamente a la preserie. Los “equivalentes” digitales sustituyeron gran parte de los prototipos artesanales, lo que permitió iterar desde el diseño y corregir antes de fabricar piezas.
Se desarrolló un banco específico para integrar tren motriz, batería y gestión de energía y carga. Con cuatro motores síncronos, reproduce resistencias de aceleración, fuerzas de recuperación y frenado, distintos asfaltos y deslizamientos, además de condiciones ambientales. Este entorno se ejecuta “en espejo” con un gemelo digital: los impulsos del modelo se aplican en tiempo real y se comparan punto a punto con las mediciones, incluida una vuelta de referencia en Nürburgring.
La exigencia de potencia inmediata obligó a reforzar la gestión térmica respecto a eléctricos previos de la marca. La puesta a punto definitiva recayó en ingenieros y pilotos, que evaluaron el SUV en ciudad, carretera, circuito y off-road. La gestión de carga fue clave: el sistema prepara la batería para recargas rápidas considerando detenciones y congestión.
El programa cubrió −35 °C en Escandinavia (arranque en frío, tracción y frenado) y hasta 50 °C en regiones como los Estados del Golfo y el Valle de la Muerte (EE. UU.), verificando climatización y control térmico de batería y propulsión. En ambos extremos se mantuvo como requisito la carga rápida sin incidencias. La durabilidad comprimió la vida útil en pocos meses, con más de 150,000 km entre ciudad, carreteras secundarias y autopistas.
