Porsche reaviva el LMP 2000 tras 25 años

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El Porsche LMP 2000, una pieza única de la historia de la automoción, ha vuelto a la pista 25 años después de sus primeras pruebas. La compañía, recordada por su dedicación al automovilismo y la innovación, ha reactivado este prototipo, que tras solo 78 kilómetros de prueba había sido abandonado y cubierto en un almacén durante más de dos décadas. Ahora, el equipo de Porsche Heritage y Museum, en colaboración con expertos de la Fórmula E, ha devuelto la vida a este modelo emblemático en el circuito de pruebas de Weissach.

El LMP 2000 se creó para competir en la categoría LMP900 de las 24 Horas de Le Mans, destacándose por su motor V10 de 5.5 litros y más de 600 caballos de potencia. Su diseño aerodinámico y su chasis de carbono lo hacían una máquina ideal para la competencia, sin embargo, la falta de recursos financieros llevó a Porsche a suspender el proyecto en 1999 tras finalizar la construcción del prototipo. A pesar de esto, la historia del LMP 2000 ha continuado viva en la mente de quienes participaron en su desarrollo.

El regreso al circuito de Weissach ha sido un momento de emoción para el equipo y para los testigos de su primer y único ensayo. Allan McNish, piloto de Porsche que realizó las pruebas iniciales en 1999, fue quien tuvo el honor de volver a poner a este prototipo en movimiento. “Fue como retroceder en el tiempo y revivir aquellos momentos. El sonido del motor y la reacción del equipo hicieron que fuera una experiencia inolvidable”, expresó McNish tras completar sus vueltas de prueba. En aquella primera prueba, el piloto escocés alcanzó una velocidad máxima de 302 km/h, aunque los neumáticos aún no estaban completamente optimizados.

El proceso de restauración del LMP 2000 ha sido una colaboración de varios años. Armin Burger, coordinador de Motorsport Histórico, relató cómo el equipo comenzó a retirar meticulosamente la carrocería y a trabajar en el motor y la transmisión. “El primer encendido fue un momento que todos esperábamos con ansias, y fue un éxito total. Fue como traer de vuelta a la vida un tesoro histórico”, comentó. Para hacer funcionar los sistemas antiguos, se integraron componentes modernos, como un sistema de control de la Fórmula E, que permitió manejar la transmisión de manera eficiente.

Este proyecto ha representado un desafío técnico y emocional para los involucrados. Timo Bernhard, ganador de Le Mans y parte del equipo de pruebas, recordó su admiración por el vehículo desde que lo vio por primera vez y lo describió como una pieza que exuda confianza y potencia. “El auto se siente ágil y tiene una potencia lineal impresionante. Fue un honor poder dar unas vueltas y sentir la libertad que ofrece su cockpit abierto”, declaró.

El LMP 2000 es mucho más que un auto de carreras; es un símbolo de la perseverancia y el ingenio de Porsche. Para figuras como Norbert Singer, el ingeniero detrás de muchos éxitos de la marca, el regreso del LMP 2000 representa la culminación de un sueño largamente anhelado. “Fue un proyecto ambicioso y, aunque se interrumpió, su legado sigue vivo. Verlo de nuevo en la pista es un verdadero motivo de orgullo”, dijo Singer.

El reinicio de este proyecto conmemora el espíritu de Porsche: un compromiso constante por innovar y superar los límites. Ahora, el LMP 2000, que nunca pudo participar en una carrera, marca un nuevo capítulo en su historia, listo para volver a hacer historia.

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