Turín 1965: el origen técnico del Miura
Screenshot
En el Salón del Automóvil de Turín de 1965 ocurrió algo poco común: Lamborghini decidió exhibir únicamente un chasis, sin carrocería ni elementos decorativos. A simple vista parecía una estructura técnica más, pero en realidad marcaba el inicio de un cambio profundo en la marca. Ese armazón, con un motor V12 transversal integrado al sistema de transmisión, revelaba un planteamiento mecánico inédito que pronto se convertiría en la base del Miura, considerado hoy uno de los modelos más influyentes de la historia del automóvil. Aquella decisión de mostrar lo que normalmente se oculta permitió anticipar el rumbo de la marca mucho antes de que el auto tomara su forma definitiva.
Un proyecto nacido del impulso innovador del equipo técnico
El origen del proyecto se remonta a 1964, cuando tres jóvenes de Sant’Agata Bolognese —Giampaolo Dallara, Paolo Stanzani y Bob Wallace— propusieron aplicar conocimientos de competición en un vehículo de calle. Aunque la idea no coincidía con los planes de Ferruccio Lamborghini, éste finalmente aceptó que desarrollaran el chasis del proyecto L105. La estructura resultante, conocida como P400, fue concebida para alojar una carrocería gran turismo de enfoque radical y con una arquitectura técnica poco habitual para su época.
Una solución mecánica que llamó la atención en Turín
El chasis presentado en negro satinado, acompañado por cuatro escapes blancos, sorprendió por su planteamiento técnico. Su construcción utilizaba lámina de acero de 0.8 mm perforada para reducir peso, con una bañera central como eje estructural y dos subchasis encargados de soportar la suspensión y los componentes mecánicos. El motor V12 transversal compartía un bloque compacto con la caja de cambios, una solución que reducía volumen y abría paso a una nueva forma de distribuir masas en un auto de alto rendimiento. El conjunto completo superaba apenas los 120 kilogramos y se complementaba con suspensión independiente, frenos Girling y ruedas Borrani.
Los carroceros italianos frente a un proyecto atípico
A pesar de no tener carrocería, el proyecto generó interés entre los principales talleres de diseño. Touring, que había trabajado previamente con Lamborghini, presentó una propuesta, pero su situación económica impidió avanzar. Pininfarina, comprometida con otras marcas, tampoco pudo incorporarse. Finalmente, Nuccio Bertone tomó la iniciativa y mostró capacidad para convertir esa base mecánica en un vehículo de líneas novedosas. Sus primeros bocetos, presentados durante las vacaciones de 1965, fueron aprobados sin modificaciones.
Del prototipo desnudo a un modelo que definió una categoría
El desarrollo culminó en marzo de 1966, durante el Salón de Ginebra, donde el proyecto se presentó ya como el Miura. Con el tiempo, se reconoció que la muestra de aquel chasis en Turín no solo anticipaba un nuevo modelo, sino una categoría completa. Fue un periodista británico quien empleó por primera vez la palabra “supercar” para referirse a lo que ese vehículo representaba.
A seis décadas de su presentación, un legado en celebración
En 2026, Lamborghini realizará un programa de actividades y una gira del Polo Storico para conmemorar los sesenta años de un modelo que modificó la manera de entender los autos deportivos. Su historia demuestra que una estructura aparentemente simple puede ser el punto de partida de una transformación profunda en diseño, ingeniería y cultura automotriz.