Mazda analiza el uso de residuos como biocombustible

En un esfuerzo por reducir las emisiones de carbono en sus procesos industriales, Mazda Motor Corporation ha realizado una prueba experimental en su planta de Hiroshima. En este ensayo, uno de sus hornos de fusión con cúpula fue alimentado con biomasa derivada de cáscaras de coco en lugar de combustibles fósiles tradicionales.
Exploración de alternativas energéticas
La empresa ha incorporado este experimento como parte de un estudio más amplio sobre la viabilidad de los biocombustibles dentro de la industria. La intención es evaluar su estabilidad y eficiencia en la producción, además de analizar la posibilidad de implementar un sistema basado en el aprovechamiento de residuos orgánicos para generar energía. Esta estrategia contempla desde la recolección de desechos hasta su transformación en combustibles alternativos para su uso en Hiroshima y zonas cercanas.
Desde noviembre de 2024, Mazda ha extendido estas pruebas a otros tipos de biomasa. En sus instalaciones, se han recolectado residuos de cáscaras de café provenientes de tiendas Tully’s Coffee y máquinas expendedoras operadas por APEX Nishi-Nihon Corporation. Estos residuos se carbonizan y se convierten en ladrillos de bio-carbón, un material que podría ser utilizado como fuente de energía en procesos industriales.

Disponibilidad de materias primas y desafíos logísticos
El desarrollo de biocombustibles enfrenta un obstáculo importante: la obtención de materia prima en volúmenes suficientes. Para abordar esta situación, en marzo de 2023, Mazda formó el «Grupo de Trabajo y Co-creación de Hornos de Cúpulas», compuesto por 30 empresas y una organización, con el objetivo de investigar formas de garantizar el suministro de insumos y mejorar la viabilidad de estos combustibles.
A pesar de estas iniciativas, la disponibilidad de cáscaras de coco sigue dependiendo en gran medida de importaciones. El aumento de precios y la sobreexplotación de estos recursos representan un reto para su uso a gran escala. En este contexto, se analiza la posibilidad de establecer una red de abastecimiento local que reduzca la dependencia de proveedores extranjeros y permita una transición más estable hacia energías renovables.

Evaluación y perspectivas futuras
El uso de hornos de fusión alimentados exclusivamente con biomasa sigue en fase de investigación, sin una aplicación confirmada a nivel industrial. Sin embargo, los ensayos continúan con el fin de analizar su viabilidad técnica y económica. Mazda, en conjunto con la industria de fundición y otros sectores, estudia la factibilidad de esta alternativa para reducir la huella de carbono en la producción de materiales.
De cara a 2050, la empresa prevé seguir investigando tecnologías que le permitan reducir sus emisiones de carbono y avanzar en la aplicación de procesos productivos más sustentables. Estos esfuerzos forman parte de un plan más amplio para evaluar el papel de los biocombustibles dentro de la industria automotriz y sus procesos asociados.