La nueva era de Mazda: 20 años de innovación continua

En 2005, Mazda inició su camino en México con una visión tan clara como ambiciosa: ofrecer vehículos capaces de despertar emoción en cada trayecto.
Hoy, veinte años después, aquella idea se ha transformado en una historia de crecimiento, innovación y conexión profunda con el público mexicano.
La marca japonesa no solo celebra su aniversario, sino una trayectoria que ha dejado huella en la industria automotriz y en la vida de quienes reconocen el arte de conducir como una experiencia emocional.

Talento mexicano y filosofía japonesa
El éxito de Mazda en México es también una historia de integración cultural. La apertura de su planta en Salamanca, Guanajuato, consolidó una alianza entre la precisión japonesa y la pasión del talento nacional.
Desde su inauguración, la compañía ha alcanzado cifras que hablan por sí solas: más de dos millones de vehículos producidos y presencia en más de treinta mercados internacionales.
Cada unidad fabricada es el resultado de una filosofía que combina tecnología avanzada, detalle artesanal y la búsqueda constante de perfección.

El alma de Mazda: diseño y emoción
Detrás de cada modelo se esconde una forma particular de entender la movilidad.
Los principios Jinba-Ittai (unidad entre conductor y vehículo), Kodo Design (la belleza del movimiento) y Omotenashi(la atención al detalle y la hospitalidad japonesa) guían cada proyecto de la marca.
Esta visión convierte al diseño en una extensión de la emoción humana y al automóvil en una experiencia sensorial, más que en un medio de transporte.
El camino hacia lo eléctrico
En su proceso de evolución, Mazda ha sabido mirar hacia adelante sin perder su esencia.
La llegada del Mazda CX-70 Hybrid simboliza el inicio de una nueva etapa donde la eficiencia y la sustentabilidad se integran con el placer de conducir.
Esta apuesta por la electrificación refleja la convicción de la marca: el futuro puede ser tecnológico sin dejar de ser apasionante.

Celebrar dos décadas en México es reconocer la confianza y lealtad de quienes han formado parte de esta historia.
Mazda agradece el camino recorrido y reafirma su compromiso con el diseño, la innovación y la emoción que caracterizan cada uno de sus vehículos.
Desde Salamanca hacia el mundo, la marca japonesa continúa moviéndose con la misma energía que la impulsó a comenzar: la pasión por crear emociones al volante.