Kendrick Lamar sorprende con un Buick GNX en el Super Bowl
La edición del Super Bowl LXI no solo quedará en la memoria por su emocionante desenlace deportivo, sino también por el espectáculo del show de medio tiempo. En esta ocasión, Kendrick Lamar ofreció una presentación cargada de simbolismo, donde una de las mayores sorpresas no fue musical, sino automotriz: la presencia de un Buick Regal GNX de 1987 en el escenario.
Para muchos, este modelo es más que un simple coche. Considerado un verdadero ícono de los muscle cars estadounidenses, el GNX destaca por su exclusividad y su impresionante desempeño, convirtiéndose en una pieza clave de la cultura automotriz de los años 80.
Una Edición Limitada que Hizo Historia
El Buick Regal GNX nació como una versión especial del Grand National. En 1987, solo 547 unidades salieron de fábrica, fruto de una colaboración entre Buick, McLaren Performance Technologies y ASC (American Sunroof Corporation). A diferencia de otros modelos de la época, el GNX fue diseñado para ser un coche de alto rendimiento, capaz de rivalizar con deportivos europeos.
En su lanzamiento, tenía un precio de lista de 29,290 dólares, pero actualmente puede superar los 150,000 dólares en el mercado de autos clásicos, es decir, más de 2,800,000 pesos mexicanos. Su rareza y legado lo convierten en una pieza muy codiciada por coleccionistas.
Potencia y Velocidad
Bajo el cofre del Buick Regal GNX, encontramos un motor V6 de 3.8 litros turboalimentado, con una potencia estimada de 276 hp y 488 Nm de torque. Aunque Buick declaraba cifras conservadoras, en pruebas reales el GNX demostró ser más rápido de lo que prometía, logrando acelerar de 0 a 100 km/h en solo 5 segundos.
La transmisión automática Turbo Hydra-Matic, combinada con una suspensión revisada para mejorar la tracción, le permitió alcanzar niveles de rendimiento sorprendentes para un muscle car de su época.
Del Asfalto al Escenario del Super Bowl
En el Super Bowl LXI, el Buick Regal GNX se convirtió en algo más que un vehículo clásico. Durante la presentación de Kendrick Lamar, el coche apareció como una extensión de su arte, reforzando el mensaje visual de su actuación y conectando el universo automotriz con la cultura urbana y el rap.
Más allá de lo escénico, el Buick Regal GNX es un símbolo poderoso para Lamar, reflejando la resistencia y la evolución personal que siempre ha estado presente en su música.
Así, el show de medio tiempo no solo sirvió para deslumbrar al público, sino también para destacar un fragmento de la historia automotriz en uno de los eventos más vistos del año, haciendo del Buick Regal GNX el verdadero protagonista oculto del Super Bowl LXI.
