Porsche cumple 75 años produciendo en Zuffenhausen

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BP_Porsche cumple 75 años fabricando en Zuffenhausen
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El 6 de abril de 1950 se completó en Zuffenhausen la primera unidad del Porsche 356 fabricada en territorio alemán. Aquel momento marcó el inicio de una línea de producción que, con el paso del tiempo, no solo consolidó a Porsche como fabricante de vehículos deportivos, sino que convirtió a este barrio de Stuttgart en una referencia de continuidad industrial y evolución tecnológica.

Aunque Porsche nació como estudio de ingeniería en 1938, fue hasta después de la Segunda Guerra Mundial cuando se inició la fabricación de vehículos propios. Entre 1948 y 1950, las primeras 52 unidades del 356 se construyeron en Austria, de forma artesanal, con carrocerías de aluminio. Pero fue en Zuffenhausen donde el modelo entró en producción en serie, configurando así un nuevo capítulo en la historia de la marca.

Una sede construida en etapas

Los inicios en Stuttgart fueron marcados por la precariedad. La planta original de Porsche había sido ocupada por fuerzas aliadas, lo que llevó a operar desde espacios alquilados, en colaboración con la empresa Reutter, responsable de fabricar y pintar las carrocerías. En 1952, Porsche adquirió un terreno adyacente a esas instalaciones, donde se levantó la Nave 2, que pronto se convertiría en una pieza clave de su estructura industrial.

En 1963, tras comprar el taller de carrocería de Reutter, Porsche duplicó su plantilla y consolidó su presencia en el lugar. Ese mismo año salió de producción el primer modelo 911, aún bajo el nombre de 901. La evolución continuó durante las décadas siguientes con la incorporación de nuevas naves, ajustes al modelo de producción y una creciente diversificación de modelos.

De la combustión a la electrificación

En 2019, la planta se adaptó a una nueva etapa con la incorporación del Taycan, el primer modelo totalmente eléctrico de la marca. La producción de este vehículo implicó la creación de una nueva línea de montaje, así como un taller de carrocería y una sección de pintura adaptadas a los requerimientos técnicos de la movilidad eléctrica.

Actualmente, Zuffenhausen produce motores bóxer y V8, además de sistemas de propulsión eléctricos. También se realizan tareas de personalización y desarrollo de unidades especiales en talleres como Porsche Exclusive Manufaktur y CFRP Manufaktur, donde se ensamblan piezas de vehículos de diseño ligero fuera de las líneas tradicionales.

Una estructura más amplia

Aunque Zuffenhausen sigue siendo la sede histórica, otras instalaciones han ganado relevancia con el tiempo. Weissach, por ejemplo, alberga el centro de desarrollo y pruebas, mientras que Leipzig, donde se fabrican modelos como el Macan y el Panamera, se ha consolidado como un eje industrial clave desde su apertura en 2002.

Zuffenhausen, sin embargo, conserva su valor simbólico. En una superficie de un kilómetro cuadrado, conviven procesos automatizados, herramientas de inteligencia artificial y técnicas de manufactura manual. Lejos de ser una planta convencional, opera como un espacio donde la ingeniería y la tradición mantienen un equilibrio sostenido a lo largo del tiempo.

A 75 años del inicio de la producción del 356 en esta sede, Porsche mantiene en funcionamiento una estructura que ha resistido transformaciones industriales, ampliaciones urbanas y cambios tecnológicos. En este aniversario, el foco no está en la nostalgia, sino en la continuidad: una fábrica que ha sabido adaptarse sin perder su carácter original.

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