Toyota impulsa acciones de conservación en México

En respuesta a la pérdida acelerada de biodiversidad en México, la Fundación Toyota México ha puesto en marcha una serie de proyectos ambientales enfocados en la protección de felinos silvestres y la conservación de sus hábitats en Chiapas y Guanajuato. Las iniciativas, que combinan monitoreo científico, participación comunitaria y prevención de conflictos con la fauna, buscan atender problemáticas específicas en dos de los ecosistemas más sensibles del país.
La Selva Lacandona y la Reserva de la Biósfera Sierra Gorda son los escenarios donde se desarrollan estos esfuerzos, en colaboración con organizaciones civiles y comunidades locales. El jaguar, especie emblemática y en riesgo, es uno de los principales focos de atención.

Conservación basada en evidencia científica
Uno de los ejes principales del programa consiste en la recopilación de datos para evaluar la situación actual de los felinos silvestres en las zonas de intervención. A través de herramientas tecnológicas como cámaras trampa y monitoreo sistemático, los equipos de trabajo han podido registrar el comportamiento y la presencia de estas especies.
En Chiapas, los registros obtenidos desde 2022 muestran un aumento del 20 por ciento en los avistamientos de jaguares. Esta tendencia sugiere una posible recuperación de la especie en ciertas áreas, aunque los especialistas advierten que se trata de un proceso delicado que requiere continuidad en las acciones de protección.
Prevención de conflictos entre fauna y actividades humanas
En el estado de Guanajuato, los esfuerzos se orientan principalmente al monitoreo y la protección de felinos silvestres en zonas rurales. Uno de los principales retos identificados por los equipos locales ha sido la coexistencia entre ganadería extensiva y vida silvestre. Para hacer frente a esta situación, se han implementado corrales reforzados que previenen ataques a animales domésticos.
Desde 2023, las cifras indican una reducción significativa en los incidentes entre depredadores y ganado. Según testimonios de las comunidades involucradas, esta estrategia ha disminuido también los casos de caza por represalia, una de las principales amenazas para los grandes felinos en el país.

Un modelo replicable
La experiencia recogida hasta ahora ha permitido afinar los métodos de intervención, lo que abre la posibilidad de llevar estas estrategias a otras regiones del país con características similares. El modelo, basado en evidencia, participación ciudadana y adaptación local, ha mostrado resultados en un periodo relativamente corto.
El caso del jaguar, considerado especie indicadora por su papel ecológico, ilustra cómo la conservación de un depredador puede repercutir positivamente en la salud de todo un ecosistema. Su protección, por tanto, no solo garantiza la supervivencia de una especie, sino que contribuye al equilibrio general de la vida silvestre en la zona.